El siguiente fotorreportaje, con el apoyo audiovisual de un vídeo explicativo de la mencionada faena, muestra la secuencia fotográfica de un tentadero en El Parralejo por fases, una de las faenas camperas más importantes que existen en una ganadería de toros bravos.
La finalidad principal del tentadero es seleccionar la bravura a través de torear a las vacas. Pero, ¿qué es la bravura? Es el término que marca la diferencia en el mundo del toro. Según Juan Pedro Domecq y Díez, “la bravura es la capacidad de luchar hasta la muerte, por tanto a lo largo de toda la lidia”. En su libro El toro bravo, Álvaro Domecq y Díez, padre del actual ganadero de Torrestrella, asegura que esa virtud diferencial es “una misteriosa cólera que poseen solo los toros bravos de morir sin ceder y atacando. Debe aceptar la lucha y entregarse a ella sin vacilación, sin extraños. Es una fuerza ciega y sin el más mínimo atisbo de que pudiera ser un retroceso, una debilidad”.
Sale la becerra, con menos de tres años. Lo único que ve es el caballo y el picador. No hay nadie más en la plaza.
Se fija en el caballo de picar después de comprobar el terreno. No lo ha visto nunca y, como brava que es, se arranca al galope y con alegría al peto. Ésa es la primera muestra de la bravura.
Empuja en el peto con la cara humillada, es decir, con la cabeza gacha para embestir. La humillación es otra virtud de esta condición y si se mantiene en la muleta, podríamos hablar de una becerra de alto nivel.
Después de pasar por el caballo se saluda a la becerra con el capote. Tiene buen viaje y sigue con la humillación.
El ganadero, después de volver a ver el animal en el caballo, decide que ya se puede torear. El joven torero, Mario Palacios, muestra el temple, la transmisión y la obediencia de la becerra en ese pase al natural.
La becerra mantiene su buena condición después de una larga faena. Tanto es así que, en el remate del muletazo, sigue con la cabeza humillada y su embestida tiene otra virtud como el recorrido, es decir, viaja hacia el final con su cara.
La faena sigue porque la becerra de El Parralejo tiene una virtud fundamental en la bravura del siglo XXI como la duración. El animal no se cansa de embestir y mantiene su gran condición.
La faena llega a su final. Hay que decidir si la becerra será futura madre de la ganadería o no. Su condición está clara después de lo visto. El ganadero de El Parrelejo, Pepe Moya, y su representante, Rafael Molina, deciden que la becerra, de nombre "Navarrica", será futura madre de la ganadería y es devuelta al campo. El primer toro que para se llamará "Navarrico" porque heredará su nombre en versión masculina. La selección de la bravura forma parte de una alquimia tan transparente como misteriosa.
Fotos y vídeo: Jaime Roch
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